La Isis dorada

Finalizada la lectura del ocurrente, divertido, y apasionado libro de Jorge Magano, he de reconocer que es una de esas novelas que te dejan un buen sabor de boca. También me ha sorprendido el ingenio detectivesco del autor, que ha creado una trama que aún siendo, como ya he dicho, divertida, no deja por ello de ser el reflejo de una situación que bien podría darse en el Madrid del siglo XXI. Egipto atrae a las masas, eso es algo con lo que ya contaba el autor, pero si además la historia resulta tan atrayente, que te es imposible dejar a un lado su lectura, es cuando el libro pasa de ser una "novela más"a convertirse en una "buena novela".

La historia arranca en el siglo VI de nuestra era, cuando un grupo de sacerdotes encabezados por Takeloth decide esconder los tesoros de la desmenbranada religión egipcia y preservarlos de la posible destrucción por parte del ejército bizantino. Dos mil años después, el licenciado en Historia del Arte, Jaime Azcárate, en un intento por conseguir un puesto de trabajo en la revista "Arcadia", se verá involucrado en una trepidante aventura que, junto a una austríaca de buen ver, un policía de dudosa reputación y un marchante de antigüedades, seguirán la pista de un mapa que habrá de conducirles por todo Madrid hasta el escondite secreto de la Isis dorada. Pero antes, deberán enfrentarse a un peligroso criminal colombiano, a un grupo de fanáticos que pretenden llevar a cabo un ritual en el templo de Debod, y descifrar el enigma de un antiguo investigador, Laviña Mendoza.

Si a todo esto le sumamos el fresco estilo del personaje (Jaime Azcárate) y el del propio autor (su alter ego, o al revés), da como resultado una divertida novela de misterio, acción y... (como reconoce el propio Jorge Magano)... de calamares.

Estáis todos invitados a leerla... ¡No os la perdáis!